DESACTIVANDO LA HORMONA DE LA MUERTE


 

DESACTIVANDO LA HORMONA DE LA MUERTE


Ser humano es parte del proceso evolutivo del ser espiritual.
En este momento la principal tarea de este proceso consiste en ir "más allá" de lo que creemos limitante.
Las energías que alimentan toda estructura de límite están sostenidas por todos los pensamientos que generan miedo.
Cuando en lugar de estancarnos en ellos establecemos la intención de liberarnos de todo temor y creamos un compromiso con nosotros mismos de acompañarnos en todo proceso de desbloqueo, la evolución se acelera enormemente.
El miedo crea oscuridad y no nos permite acceder al cuerpo de luz, entonces la principal tarea es eliminar viejos residuos de temor que al permanecer en nosotros nos envenenan y convierten en seres tóxicos.
Uno de los temores que mayor poder tiene en nosotros es el miedo a la muerte, a la decadencia y al sufrimiento como producto del envejecimiento.
Si buscamos la inmortalidad o la juventud eterna luchando contra el temor a la decadencia y la muerte, seguimos sosteniendo la energía del miedo. El gran desafío es mantenerse sano y joven, no para evitar la muerte sino para llevar a cabo todo el proceso de evolución en un cuerpo que se manifiesta como expresión del espíritu. Sintiendo el derecho de usarlo durante tanto tiempo como lo deseemos, de construirlo y reconstruirlo como elijamos y finalmente dejarlo joven y sano cuando estemos listos para continuar con otra escala evolutiva.
Así es el modelo original. La energía e información de cada célula de nuestro cuerpo responde a la inteligencia del Ser. Esta inteligencia se expresa a través de los pensamientos.
Cuando el miedo, potenciado con las creencias sociales, distrae nuestra atención llevándonos a creer que el paso del tiempo lleva al envejecimiento, decadencia, sufrimiento y muerte, las células responden a ello.
Entonces para volver al patrón original es necesario un cambio de perspectiva pues para cortar las cadenas de toda creencia limitante es requisito acceder a una realidad de mayor luz a través de la intención.
En todas las realidades todo está a nuestra disposición, lo que nos impide sentir que es así es la creencia que afirma el "no puedo".
Como creemos que no podemos no accedemos a lo que queremos.
En las realidades de mayor luz tenemos la claridad para elegir con mayor conciencia y con ello la capacidad de cambiar lo que hasta ahora hemos aceptado como normal en nuestra vida.
Sabemos que la limpieza se está produciendo en todos, que tenemos que entregarnos a ella y que, si lo sentimos y lo deseamos, podemos colaborar en algunos procesos para quedar libres de todo temor.
Todo pensamiento influye y determina el equilibrio físico.
Cuando pensamos en contra de nosotros mismos y nuestro poder y capacidad dándole más importancia a lo que deberíamos creer según nos enseñaron que a lo que pasa en nuestro interior, el espíritu se altera pues estamos descuidando nuestro mundo interior queriéndole imponer leyes y reglas que no son las verdaderas.
Cuando le hacemos caso a esas leyes que indican que no somos capaces, que somos víctimas, que valemos por lo que hacemos y poseemos, que todo es lineal, etc., contaminamos nuestro mundo interior.
Adquirimos pensamientos que los transformamos como propios trasladando el poder que naturalmente todos poseemos internamente hacia fuera. Entonces lo seguro, lo fiable, lo aceptable y válido está en el exterior, por lo tanto lo inseguro, lo enjuiciable, malo y desacreditable, adentro.
Por generaciones y generaciones esta creencia fue aceptada y respetada.
Por ésta razón, en lugar de desarrollar para compartir nuestro mundo interior, nos dedicamos a rechazar y modificar lo que somos y sentimos obligándonos a incorporar lo importante desde lo externo.
La creencia básica de tercera dimensión es "el mundo es un lugar peligroso", entonces vivir se transformó en una lucha en donde por un lado hay que incorporar para ser y por otro cuidarse y defenderse del peligro.
Así cambiamos la programación original usando toda la energía en lo externo.
Acceder a una realidad de mayor luz es elegir recuperar la confianza en uno mismo usando el miedo como medio.
Es decir que cada vez que aparece algún temor, en lugar de enredarnos e intoxicarnos con él poner la intención para dar el paso.
Somos una unidad. Nuestras células escuchan constantemente a nuestros pensamientos y responden a ellos.
Creencias, pensamientos y emociones generan reacciones químicas en el cuerpo.
Cuando sentimos miedo el sistema endocrino segrega una serie de hormonas que le da la energía para actuar al cuerpo físico. Pero, si se frena el impulso y se reprime lo que se siente, éste se altera porque las sustancias químicas que siguen en él comienzan a intoxicarlo.
Si seguimos generándonos miedo sin actuar continúa la secreción y con ella la intoxicación.
Si permanentemente tenemos pensamientos que generan miedo, entonces se segregan hormonas como respuestas a esos pensamientos y el cuerpo se sigue contaminando. Lo estamos llevando así hacia una inevitable y lenta muerte.
Todo sistema de creencias, en los subniveles más bajos de tercera dimensión, está basado en el miedo, y provoca una respuesta en cada uno de los cuerpos.
Una de ellas es la activación de la hormona de la muerte.

Hormona de la muerte

Es una sustancia química segregada por la glándula pituitaria que se activa luego de la pubertad. Esta hormona instruye a otras glándulas para que sigan su mandato.
Para desactivarla es necesaria la acción de la luz.
Como las creencias determinan las emociones, y éstas las frecuencias en que vibramos, todo pensamiento que nos lleve a sentir miedo hará que la frecuencia de vibración energética sea densa.
El trabajo interior para darnos luz consiste en visualizarnos en una esfera o burbuja de luz blanca intensa.
El funcionamiento del cuerpo físico está controlado por el sistema endocrino, el sistema nervioso y el sistema inmunológico. Los tres funcionan en equipo y su equilibrio es la llave que abre la puerta para penetrar en los niveles de mayor conciencia.
La alteración de uno de ellos lleva inevitablemente al desequilibrio de los otros dos, así como el equilibrio de uno favorece al resto.
Para desactivar la hormona de la muerte se trabaja el sistema endocrino y el sistema inmunológico iluminando cada glándula, y el sistema nervioso llevando mayor atención a los pensamientos y eligiendo qué hacer con ellos.


a) Sistema endocrino/inmunológico

Luego de la pubertad según los mandatos impuestos, el cuerpo responde a la programación adquirida que afirma que completado el desarrollo comienza el envejecimiento.
La glándula pituitaria como respuesta a este mandato reemplaza la secreción de la hormona de crecimiento por la hormona de la muerte.
Todo el sistema glandular sigue ésta orden reemplazando su programación original de renovación y equilibrio constante.
La luz que llevamos al visualizarnos en una burbuja lumínica permite que resurja esta memoria.
Si, además de visualizarnos en la burbuja o esfera de luz, iluminamos cada una de las glándulas (pituitaria, pineal, tiroides, timo, páncreas, suprarrenales y gónadas) con rayos de luz blancos con la intención de limpiarlas de viejas energías y viejas programaciones, el efecto será mayor.

b) Sistema nervioso

Toda sanación y proceso de reequilibrio que naturalmente poseemos es permanentemente saboteado por la vieja programación que tiende a mantenernos en el miedo, la inseguridad, la rutina y la inercia a través de los personajes que permanentemente opinan, critican, evalúan, censuran y condenan en nuestro diálogo interior.
Este nivel de realidad, el del miedo, nos mantiene eligiendo a cada momento pensamientos relacionados con la muerte.
Cada vez que eliges la enfermedad, la escasez, el conflicto, la lucha, la alteración, el dolor, la depresión, la frustración, la seguridad en lo externo, la culpa, la resistencia, la adicción a los dramas y la negación de tu propio ser y sentir, estás eligiendo la muerte.
Cambiar la realidad es elegir el equilibrio, la luz, el amor y la vida.
Cuando te pesques con pensamientos de realidades de miedo, simplemente, pero con toda la fuerza di: "elijo el equilibrio, la luz, el amor y la vida".
La luz que le damos desde el sistema endocrino e inmunológico permitirá que esta nueva elección sea desde la confianza y no por el temor.

Acomodándose en la nueva realidad

El cambio de actitud hacia lo que piensas provocará una mayor desintoxicación, por lo tanto lo más probable es que cuanto más te ilumines y elijas concientemente, al principio, te sientas peor. No es que lo estás haciendo mal, sino todo lo contrario, el trabajo está haciendo su efecto.
Es así porque salen a la superficie viejos miedos, energías y hábitos que estaban en algún rincón interior sostenidos por la oscuridad.
Es probable también que te sientas más cansado que lo habitual, esto se debe a que ya no luchas interiormente, la vida ha dejado de ser para ti lucha, esfuerzo y sacrificio.
Al dejar de pelear tu cuerpo se relaja y busca recuperar energía.
Descansa lo necesario, bebe abundante líquido (todo proceso de limpieza tiende a la deshidratación), acompaña la energía que sale en forma de malestar o alteración sin involucrarte con ella, y utiliza la energía que antes sostenía la oscuridad en iluminarte, crearte un diálogo interior que apoye y estimules tu individualidad y a cada momento elige el equilibrio, la luz, el amor y la vida.
Con esta elección permites que el Universo y las fuerzas superiores de luz te ayuden en el cambio. 


http://www.evolucionconciente.com.ar/hormonam.htm
 
La Divinidad nos bendice siempre.
La Divinidad es en nosotros/as
Somos la Divinidad
Somos Uno 
 
Byron Picado Molina
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA (SBN)
Helena Petrowna Blavastky
"La Espiritualidad más expandida es el AMOR en VERDAD iluminado 
con Valores aplicados"
Estelí,Nicaragua.
América Central
 
 
 

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( Red Estelí Cultural) 


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