Francisco y la ordenación de las mujeres

Francisco y la ordenación de las mujeres.

Con dolor he leído la respuesta del papa a la pregunta sobre qué pensaba acerca de la ordenación de las mujeres. Personalmente pienso que lo primero que tendría que hacer la Iglesia es reflexionar acerca del ministerio ordenado para leerlo nuevamente a la luz del Evangelio y de la praxis de Jesús, así que no estoy particularmente interesada en que la Iglesia decida ordenar a las mujeres. Pero lo que quiero aquí es reflexionar sobre ciertas afirmaciones en la respuesta del papa que no me esperaba de él. Copio textualmente la respuesta tal como sale en el ssfrancescco.blogspot.ar y que es la transcripción completa del diálogo con los periodistas en el viaje de vuelta a Roma, hecha por infocatólica:
Santo Padre buenas noches, gracias por haber traído tanta alegría para Brasil y gracias por responder preguntas. Quisiera saber porque usted ayer dijo a los obispos brasileños sobre la participación de las mujeres en la Iglesia. ¿Cómo debe ser participación de las mujeres en la Iglesia? ¿Qué piensa de ordenación de las mujeres?

Como dije, sobre la participación de las mujeres en la Iglesia no nos podemos cerrar a que hagan las mujeres monaguillo, a la presidenta de Cáritas, a la catequista, tiene que haber algo más, con lo que dije de la Teología de la Mujeres. En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no. Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada. Pero sobre esto quiero decirles algo: la Virgen María era más importante que los apóstoles y que los obispos y que los diáconos y los sacerdotes. La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor. Creo que falta una explicación teológica sobre esto.

Voy a hacer un análisis de la parte que se refiere a la ordenación.
1.En cuanto a la ordenación de las mujeres la Iglesia ha hablado y dice no.
Me pregunto a qué se refiere cuando dice Iglesia, ¿a un ente abstracto y estático? Todas las personas que están de acuerdo con la ordenación sacerdotal de las mujeres, ¿no son también Iglesia?
Dijo no,
¿cuántas cosas han cambiado en la historia de la Iglesia, cuántos no se transformaron en sí?
2.Lo ha dicho Juan Pablo II pero con una formulación definitiva. 
¿Que lo haya dicho Juan Pablo II le da autoridad divina? ¿En todos los temas que trató en su largo pontificado o sólo en el tema de la ordenación de la mujer? ¿Acaso lo que afirme un papa es "palabra de Dios"?
¿Pueden haber formulaciones definitivas en un mundo donde todo el tiempo se están descubriendo cosas nuevas y caen los paradigmas de todo tipo, donde incluso la ciencia que es algo observable ha dado un giro impresionante, y verdades que parecían definitivas han dado lugar a nuevas verdades?

3.La puerta está cerrada.
¡Qué fuerte leer una cosa así de parte del papa! ¡Qué doloroso sentir que algo que es tan importante para mucha gente sea "puerta cerrada"! ¿Acaso no seguimos a Jesús, justamente, porque abrió tantas puertas y nos hablo de un Dios que, por ser tan diferente, no pudo ser aceptado por la mayoría? ¿Acaso no dijo Jesús de varios temas: "habéis oído que se dijo ......, pero yo os digo" cambiando paradigmas sociales, culturales y religiosos?
Además, me resulta inaceptable seguir escuchando hablar de la mujer como si fuéramos un colectivo de personas inmaduras que no pueden tomar sus propias decisiones y que necesitan que otros, los varones, nos digan qué podemos o no podemos hacer. Es hora de empezar a hablar con las mujeres y no de las mujeres. Es hora de diálogar, no de bajar línea.
Justamente me sorprende que Francisco, que parece tan abierto a dialogar, diga estas cosas. Estoy cansada que nos hablen a las mujeres de nuestra dignidad, de nuestra importancia, de nuestro genio y después nos excluyan. Muy lindo todo lo que dice de la mujer, pero, si somos tan importantes para la Iglesia, ¿porqué nuestra voz está silenciada y nuestra presencia, más allá de las tareas prácticas, invisibilizada? ¿En qué sentido somos más importantes que los obispos y los curas si carecemos de autoridad y de poder de decisión? ¿Cómo puede ser que la Iglesia tenga siete sacramentos, pero que las mujeres sólo podamos recibir seis?


Cada vez me choca más ver las celebraciones eclesiales exclusivamente dirigidas por varones.
 Fui varias veces a hacer cursos a un monasterio benedictino en Estados Unidos, donde compartí con las hermanas las celebraciones litúrgicas. Al finalizar vísperas se celebraba la Eucaristía, y una de las últimas veces que estuve allí, al ver entrar al sacerdote, sentí que el mismo estaba fuera de lugar, que esta comunidad de mujeres debería poder celebrar su propia Eucaristía. ¡Tantas religiosas que están en lugares donde nunca llega un sacerdote tendrían que poder celebrar!
Traigo a colación una anécdota de Joan Chittister que, creo, es muy reveladora:
Y aquí en Pennsylvania hay una niña de cinco años que, cuando sus padres respondieron a su pregunta sobre la ausencia de mujeres sacerdotes en su parroquia con la llana explicación de que "No tenemos mujeres-sacerdotes en nuestra iglesia, querida" la niña pensó un minuto y luego respondió muy simple pero agudamente "¡¿Entonces, por qué vamos allí?!"(1)

Las mujeres en los últimos años han accedido a toda clase de lugares y si bien estamos aún muy lejos de un mundo totalmente inclusivo, se han dado pasos muy importantes. Excepto en la Iglesia Católica, donde la mujer sigue siendo, injustamente, una ciudadana de segunda, por más que Francisco diga que somos más importantes que los obispos.

La propuesta de Francisco de una Iglesia "pobre para los pobres" me hacía ilusionar con que finalmente, después de más de dos mil años, vamos a poner en práctica las enseñanzas de Jesús. Y si apóstol quiere decir "enviado", Jesús eligió a una mujer para enviarla a proclamar su resurrección. María Magdalena fue, por tanto, "apóstol de apóstoles". Mientras la Iglesia siga aferrada a razones que no tienen ningún sustento bíblico para excluir a la mujer del sacramento del orden, no será testigo de Jesús, y dará por tierra con la esperanza de muchos.
Que no pase como dijo alguno: "En el siglo XVIII la Iglesia perdió a los intelectuales, en el siglo XIX perdió a la clase obrera, en el siglo XX perdió a los jóvenes, no vaya a ser que en el siglo XXI pierda a las mujeres". Pero como la esperanza es lo último que se pierde, me ilusiono con que Francisco se anime a abrir, también, esta puerta.
1. de "Discipulado para un pueblo sacerdotal en un período sin sacerdotes"
Conferencia pronunciada en el Primera Congreso Mundial sobre la Ordenación de las Mujeres, Dublín, 2001


 
 
La Divinidad nos bendice siempre.
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Somos Uno 
 
Byron Picado Molina
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA (SBN)
Helena Petrowna Blavastky
"La Espiritualidad más expandida es el AMOR en VERDAD iluminado 
con Valores aplicados"
Estelí,Nicaragua.
América Central
 
 
 

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( Red Estelí Cultural) 


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