Publicado por Karin Ostertag el feb 4, 2012 en Temas de Reflexión | 0 comentarios
Aunque la respuesta a esta interrogante es siempre subjetiva y depende mucho de la idea que cada uno tiene al respecto, se hace necesaria una explicación debido a la gran cantidad de consultas que recibo sobre lo que es realmente un viaje interior.
Cuando uno piensa en un viaje, lo primero que viene a la mente es la idea de trasladarse de un país a otro, recorrer largas distancias, explorar nuevos mundos, conocer distintas culturas y experimentar interesantes aventuras. Pero cómo se puede hacer todo eso estando dentro de uno mismo? Es una idea un tanto extraña, pero posible. Veamos por qué.
A lo largo de nuestra vida pasamos por distintas etapas, y en cada una vivimos experiencias que nos enseñan, nos hacen madurar y crecer como individuos, eso es cierto y fácil de reconocer, sin embargo, existe una verdad en este hecho que 
muchas veces no es considerada, y es que en ese permanente aprendizaje estamos constantemente "viajando" dentro de nosotros mismos porque las experiencias que vivimos y las lecciones que aprendemos se dan en los distintos planos que conforman nuestra realidad interna o psíquica, vale decir, en los planos emocional, mental, físico y espiritual, o si se prefiere, dentro de los cuatro elementos de la tradición astrológica (agua, aire, tierra y fuego) porque cada ser vibra en esos cuatro planos. Cada situación que nos toca vivir nos ubica en un plano de experiencia distinto y así aprendemos cosas relacionadas con los sentimientos, otras veces cosas conectadas con nuestra fe, luego cosas que tienen que ver con nuestras capacidades físicas o habilidades mentales y así sucesivamente, y cada experiencia nos lleva de un plano al otro y nos obliga a "viajar" y a movernos constantemente dentro de estos estados internos.
muchas veces no es considerada, y es que en ese permanente aprendizaje estamos constantemente "viajando" dentro de nosotros mismos porque las experiencias que vivimos y las lecciones que aprendemos se dan en los distintos planos que conforman nuestra realidad interna o psíquica, vale decir, en los planos emocional, mental, físico y espiritual, o si se prefiere, dentro de los cuatro elementos de la tradición astrológica (agua, aire, tierra y fuego) porque cada ser vibra en esos cuatro planos. Cada situación que nos toca vivir nos ubica en un plano de experiencia distinto y así aprendemos cosas relacionadas con los sentimientos, otras veces cosas conectadas con nuestra fe, luego cosas que tienen que ver con nuestras capacidades físicas o habilidades mentales y así sucesivamente, y cada experiencia nos lleva de un plano al otro y nos obliga a "viajar" y a movernos constantemente dentro de estos estados internos.Todos reconocemos la importancia y trascendencia que tuvo el intrincado sistema de caminos que la Roma antigua implementó para expandir su imperio y lo efectivo que fue para mantenerlo por muchos siglos, así también tenemos que mirar lo que sucede con las vivencias de nuestra vida y la necesidad de interconectarnos viajando constantemente dentro de nosotros mismos, nuestros permanentes viajes interiores y lo dinámicos que pueden ser, ya que en un momento podemos estar experimentando y asimilando una nueva vivencia en el plano emocional para luego estar 
aprendiendo algo relacionado con el plano espiritual o fortaleciendo lecciones aprendidas en el plano físico. Lo importante de esto son justamente esos caminos que no sólo debemos crear sino mantener en buen estado para que nuestros viajes interiores, entre todos esos planos, sean lo más fáciles, fluidos y provechosos posible para nosotros. El objetivo final de tantos viajes es la integración, es decir, nuestra habilidad para mantenernos íntegros, conectados internamente y completos como individuos al desarrollar y fortalecer nuestra capacidad para vincular todos estos planos o facultades psíquicas hasta convertirnos en la persona plena que estamos llamados a ser.
aprendiendo algo relacionado con el plano espiritual o fortaleciendo lecciones aprendidas en el plano físico. Lo importante de esto son justamente esos caminos que no sólo debemos crear sino mantener en buen estado para que nuestros viajes interiores, entre todos esos planos, sean lo más fáciles, fluidos y provechosos posible para nosotros. El objetivo final de tantos viajes es la integración, es decir, nuestra habilidad para mantenernos íntegros, conectados internamente y completos como individuos al desarrollar y fortalecer nuestra capacidad para vincular todos estos planos o facultades psíquicas hasta convertirnos en la persona plena que estamos llamados a ser.Por lo tanto, si volvemos a analizar la idea tradicional que tenemos de lo que es viajar, veremos que efectivamente en nuestro interior transitamos de un país a otro (de un plano a otro), que recorremos largas distancias (el tiempo que cada aprendizaje nos toma), que exploramos nuevos mundos y conocemos distintas culturas (cada plano tiene sus propias reglas, valores y maneras de expresarse) y que finalmente estos viajes verdaderamente terminan siendo interesantes aventuras… porque qué aventura puede ser más fascinante que convertirnos en lo que podemos ser, en desarrollar todo nuestro potencial?
Está claro que esta descripción nace de mi experiencia personal, ya que a pesar de que en mi vida he viajado fuera de mi país sólo en dos oportunidades, siento que he pasado mi vida entera recorriendo caminos dentro de mí y experimentando cosas que me han hecho ganar en comprensión y profundidad, algo que muchas personas que constantemente viajan no podrían decir.
http://www.viajeinterior.cl/que-es-un-viaje-interior/
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Byron Picado Molina
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA (SBN)
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