Tiempos de insurrección y de liberación Testimonios de combatientes y colaboradores del Frente Sandinista de Liberación Nacional

Tiempos de insurrección y de liberación 

Testimonios de combatientes y colaboradores 
del Frente Sandinista de Liberación Nacional


Tomás Herrera, Lionel Martinez, Philemon Moncada

Tomas Herrera fue guerrillero y Leonel Martínez jugó un papel clave en el trabajo logístico que hizo posible la lucha armada contra la dictadura de la familia Somoza. Tomas y Lionel expliquen las grandes dificultades que se encontraron en sus respectivas tareas para organizar la lucha y golpear a la Guardia Nacional.

Tomás : Yo soy reclutado en 1977 en la ciudad de Nandaime por un hermano del Comandante Bayardo Arce, Gerardo Arce Castaño. Y pertenecí a la célula Ricardo Morales Avilés del regional Jinotepe. Por las circunstancias político-militares en la zona, la Seguridad del Estado somocista quiebra la célula y me toca venir al norte de Nicaragua a la ciudad de Estelí. Casualmente vengo el 15 de julio, el día que asesinan al Comandante José Benito Escobar.

Desde ese momento del asesinato del Comandante José Benito Escobar se acentúa, se empieza insurrecionarse la ciudad de Estelí a niveles que la Guardia Nacional ya no puede controlar. Manifestaciones callejeras, quemas de llantas, enfrentamientos con piedras con la Guardia Nacional. En agosto se insurrecciona Matagalpa y producto de eso el Frente Sandinista manda diferentes cuadros a la ciudad de Estelí. 

Vienen a fortalecer los Comités de Defensa Civil. Empiecen organizar la logística. Ya se habla de una insurrección armada. Ya se empiecen a dar los entrenamientos en las casas de seguridad. Como armar y desarmar pistolas, posiciones de tiro. Ya hay una huelga general. Empiecen a recoger alimentos. Hay quemas de negocios afines al somocismo. 

Se quema la casa del diputado Rene Molina. Ya hay muertos entre la población – Vladimir Hidalgo, Antonio Gamez. Pues llegamos a agosto y se da el asalto al Palacio Nacional que es un detonante a nivel nacional, un impulso a la insurrección porque eso viene a reafirmar que el Frente Sandinista está vivo después de muchos años en que Somoza había dicho que el Frente era una ilusión. 

¿Por qué Estelí?

Lionel : Hacer un análisis de la repercusión de lo que sucede en Estelí es que la dictadura se ensaña antes con la población, aquí fue bombardeado por la Guardia. Se desbarataron más de 10,000 viviendas a través de bombas de quinientas libras. Entre 1978 y 1979 desbarataron toda la ciudad. Estelí se insurrecciona por motivo de esa avalancha militar contra un pueblo. Hay una rebeldía de la población. Ese mismo aparato militar no logra diezmar el pueblo. Y es allí que se ve la importancia que Estelí va a ser un pueblo heroico que eleva y estimula el moral de los demás fuerzas sandinistas en todo el país.

Tomas : Antes de la insurrección, Estelí y Las Segovias como un teatro de operaciones sandinistas en el tiempo del General Sandino, fue un centro que tomó mucha conciencia durante los bombardeos por las tropas norteamericanas, sobre todo de Las Segovias. Estelí tuvo héroes como Rufo Marín. 

Pero también Estelí ha sido un centro económico de la región, un centro de educación, un centro cultural y un centro del desarrollo de la clase obrera - zapateros, ebanistas - un centro de industria. Y fueron conocedores de la Revolución mexicana, de la Revolución Bolchevique y aquí se vinieron a sentar sindicatos de la talabartería, de los zapateros y por medio de los sindicatos se  desarrollo una conciencia de clase en Estelí. 

Alguien que trajo mucha conciencia aquí fue el Doctor Alejandro Dávila Bolaños, un gran intelectual, un gran historiador y un gran conocedor del marxismo-leninismo. Entonces, el Frente Sandinista aquí en Estelí tenía grandes cuadros como Oscar Benevides, Filemon Rivera, Eriberto Reyes, Damaso Picardo, Rigberto Zeledón, grandes cuadros del Frente Sandinista que habían hecho un trabajo de conscientización y apoyo logístico en Estelí. Todo eso fundamenta que Estelí se seleccione para insurreccionarse

Lionel : Aquí hay que hacer mención del trabajo organizativo que se hizo por el Comandante Bayardo Arce Castaño. El fue uno de los hombres que realmente contribuyó mucho a la organización de toda la región. El me recluta a mi en 1974. Y él fue que organizó todas las tareas y misiones que nosotros los jóvenes en aquellos tiempos teníamos que cumplirlas. Y las cumplíamos en tiempo y forma. Había que trabajar en la coordinación de casas de seguridad, buscar más colaboradores del Frente, apoyarnos con las organizaciones cristianos.

Para ese tiempo recuerdo yo que, después de la toma de la casa de Chema Castillo, se desarrolla toda una represión terrible y comienza la Guardia a echar preso a todo joven que miraban en la calle de dieciséis, diecisiete años. Caímos presos muchos en Ocotal. Y la represión fue tal que le procesaron a uno allí y de allí le mandaron a la Modelo. No pasaron por ningún otro juez. Pasaba por la Corte Militar y de allí le pasaron a la Modelo. 

Estábamos dispuestos a cambiar el mundo

Allí cumplimos misiones muy estratégicos y yo como joven me quedé sorprendido. Porque en aquellos tiempos, sacar a la Monica Baltodano de Ocotal cuando vinieron en desbandada porque desmantelaron el campamento de los compañeros en la franja fronteriza con Honduras. Sale Carlos Manuel Morales que estuvo con Carlos Fonseca en Cuba. Entonces, todas las personas que sacamos de allí eran buscadas como agujas por la Guardia. 

Entonces los logramos sacar a las cuatro de la mañana y a nosotros nos entrega el compañero que fue el alcalde de Ocotal, Arnulfo Aguilera. El nos entregó a la Monica Baltodano a Carlos Manuel Morales y los trasladamos al sur, para Condega. Cumplíamos esas misiones y algo muy particular era que habían casas de colaboradores de que, por la misma represión y el mismo temor a la Guardia, uno llegaba y tocaba y no te abrieron la puerta. Tenían miedo, pánico. 

Y nosotros los jóvenes a la edad de diecisiete, dieciocho, veinte años logramos hacer todas aquellas hazañas y estábamos dispuestos a cambiar el mundo. Porque la misión de nosotros que eramos jóvenes fue de transformar ese sistema de represión de Somoza por un mundo nuevo donde la juventud no tuviera los problemas que estaban enfrentando. 

Por ejemplo me planteó la misión el comandante Bayardo Arce que si íbamos a hacer un asalto al banco aquí en Estelí. Yo vine de Palacagüina y dejé parqueado el carro en El Pedregal y fui a la casa donde nos íbamos a encontrar. Fue a las seis de la mañana. Y me dicen, "Andáte que todos cayeron presos" Ese día caímos presos toditos. Nos torturaron con choques eléctricos, tiraban agua al piso para que cuando le dieron con el magneto el choque fuera mayor. Pero nunca nunca nos podrían doblegar. 

Yo conozco cantidades de compañeros, cantidades de testimonios que realmente demostraron valentía. En otras palabras no nos podían domar. 

Participé también en la introducción a Nicaragua de muchos productos que se necesitaba, medicinas. Trabajé mucho con el Padre Chico Luis Espinoza, con Oscar Gonzalez el hermano del Dr. Ulises Gonzalez. Y un día Chico Luis se fue para traer a Oscar Gonzalez. Sale por la Escuela de Agricultura con una mujer que iba a dar a luz y cuando llegue a Condega la Guardia lo ametrallan. Matan a él y a la mujer. Y por la falta de coordinación entre el Padre Chico Luis y Oscar muere también Oscar Gonzalez. Y así hay muchos testimonios. 

Ser joven era un delito

Tomas :  En esa época de Nicaragua con Somoza, ser joven era un delito. Y casi todos eramos jóvenes. De allí sale uno de los errores de la burguesía que en aquel entonces empezaron a dar dinero al Frente, creyendo que el Frente iba a ser ingenuo y a la hora de tomar el poder por medio de la armas y con el sacrificio de cincuenta mil muertos que les íbamos a decir "tome pues, aquí está el poder, que gobiernen ustedes". La derecha creía que les íbamos a entregar el poder político porque no teníamos capacidad para asumir un gobierno. 

Después de la muerte de Pedro Joaquín Chamorro, que fue un detonante que dio la luz verde para entrar a la etapa final de la insurrección, ya vengo de la zona de Yalí en trabajo político en algunas haciendas como un trabajador y entramos en el proceso de la lucha callejera con la Guardia Nacional de hacer pintas, a distribuir panfletos, a quemar llantas y tirar miguelitos aquí en Estelí y el ocho o nueve de septiembre alzamos las armas aquí en Estelí con armas de cacería contra la Guardia. Eramos un ejercito de niños de diecisiete, dieciocho años. Francisco Rivera era un joven de veintidós años si no me equivoco.

En septiembre no se habían integrado las columnas. Fue una insurrección popular y los cuadros del Frente asumen la dirección de una manera espontánea. Allí sobre la marcha se forman escuadras. Se forman los frentes de combate en la ciudad, se hacen trincheras y todo eso. Ya están los Comités de Defensa Civil y empiezan a cocinar en las casas. Habían casas donde cuidar a los heridos. Y viene a dirigir a la cabeza el Comandante Francisco Rivera, El Zorro, de segundo trae Elias Noguera, trae Carlos Suarez.

Pero andaban quizás catorce hombres armados. Lo demás eran pistolas, armas de cacería, bombas de contacto. Les resistimos a la Guardia si mal no recuerdo unos dieciséis días aquí en la ciudad. Yo se que pasé como ocho o nueve días sin dormir. Y cuando nos retiramos allí se empezó a formar las columnas formalmente. Nos retiramos a la zona de la Montañita de San Roque, El Tular, Santa Cruz. Y empezó una fuerte represión, Hay un montón de muertos. Matan al Dr. Alejandro Davila Bolaños. Hay muchas orejas. 

Hubo una persecución barbara con aviones, tanquetas y todo. Sobrevivimos en una situación difícil. Nadie tenía un centavo. Dormíamos en el lodo porque no teníamos un plástico para poner. Estuvimos en un cero muy alto, helado y nosotros enfermos, con dolor de muela, con calentura. Había un llano con guayaba y eso comimos. Lo sancochamos con sal y eso comíamos. Hasta después se organizó la logística y los campesinos nos llevaban queso, tortilla, carne de res, aunque sea llena de gusanos. 

La retirada de septiembre fue una victoria porque le dimos en la cara a la Guardia, demostramos que no teníamos miedo, que teníamos capacidad de fuego. Y el 31 de diciembre de 1978 después de muchas charamuzas alrededor de Estelí tuvimos un combate histórico. Histórico por la cantidad de medios que usaba la Guardia Nacional y la cantidad de hombres que se lanzaron sobre nosotros. Nosotros ni llegábamos a los 120 hombres y la Guardia metió casi cuatro mil hombres sobre nosotros. 

Andaban tropas del Consejo de Defensa Centroamericano

Y no solo la Guardia porque andaban tropas del Consejo de Defensa Centroamericano, no solo la Guardia. Fue un combate de cuatro días y cuatro noches en el campamento general en que teníamos la columna. Y da la casualidad que tres días antes llegó Chico Rivera con un cargamento de FALes, de armas pesadas, un RPG, un ametrallador calibre 30 y con cartuchos bastantes. 

La Guardia creía que iba a agarrar a unos guerrilleros con armas de cacería, pero encontraron unos jóvenes pero con armas de guerra, carabinas M-1, Garands, Mausers, Enfields. Entonces llevaron la sorpresa de su vida. Incluso derribamos un avión y un helicóptero en el combate. Sí. Y le habíamos minado alrededor del campamento con minas tipo niples, con bombas artesanales teníamos minado todas las cañales. Entonces cuando ellos entraban, explotaban las minas. 

Les hicimos barbaridades. Pero en combate a nosotros solo a uno nos mataron. Quedamos sin municiones y por eso nos retiramos. Solo llevamos el parque personal, cien tiros . Nos tenían rodeados completamente y nos retiramos en grupos de cuatro, cinco - ciento veinte hombres, algunos heridos que llevábamos atuto. Los helicópteros andaban como en Vietnam, con focos alumbraban y nosotros bajo los árboles, bajo piedras. Fue una de las retiradas más terribles que tuvimos producto de que casi todos los campesinos se habían zafado de la zona y quedamos sin baqueanos para guiarnos en la oscuridad. 

Chico Rivera nos enviaba algunos por San Roque, Algunos por la Montañita, algunos por Limay.. Cruzamos la carretera. Establecimos encampamentos. Incluso tuvimos uno a solo dos kilómetros de Estelí. Fue una gran experiencia militar porque dimos cuenta que la Guardia nos tenía miedo. Y desde ese combate la Guardia pierde la capacidad ofensiva. Y a la Guardia no salía a las zonas rurales de Estelí. Si salió, solo fue para cometer una matanza. 

Donde salían nosotros, les pusimos emboscada. Entonces quien toma la iniciativa desde diciembre de 1978 hasta julio 1979 es el Frente. La Guardia se reconcentra en su cuartel en la ciudad, masacrando gente en las alrededores. Después de diciembre las columnas se reagruparon y me integré en la columna Facundo Picado con Elias Noguera. Nuestro objetivo fue atacar a San Juan de Río Coco, Condega y Yali. Teníamos que cortar la carretera para impedir cualquier refuerzo para Estelí. Y la columna de Chico Rivera tenía que operar en las alrededores de Estelí. Y en Estelí ya había un frente interno en la ciudad. 

La misión se cumplió pero a costo de la vida de German Pomares. 

En abril atacamos cerca de Condega en la cuesta la Cucamonga. Antes de eso atacaron a Pueblo Nuevo. Atacaron Limay. Y otra gente operaba en la zona de Yali. Y ahora teníamos armas buenas de todo tipo. Ya para esa época teníamos medios de comunicación, unidades soviéticos C-15. Entonces había una gran sincronización. Y me voy del Cerro Cuba con Germán Pomares para atacar Jinotega para dar alivio a una columna en Nueva Guinea. Y allí en Jinotega cae en combate el 22 de mayo Germán. La misión se cumplió pero a costo de la vida de Germán Pomares. 

La insurrección en Estelí en abril fue muy dura. Duró como veinte días. Ya, para la dictadura fue una guerra personal con Estelí. Es que el dictador decía que cayendo Estelí se iba de Nicaragua. Es como Estelí tenía la culpa de la rebeldía del país. Es como lo veía Somoza. Si pudo hacer caer la insurrección en Estelí fue para él como si iba a caer en lo demás del país. 

Lionel : Yo fui parte del equipo  de logística de las columnas, más que todo la de German Pomares. Ocupábamos camionetas de parientes. Ese tipo de logística nos tocó a nosotros y Tobias Gadea estuvo al frente del abastecimiento de todo, de los heridos, de todo lo que había que hacer. Es muy importante hablar de esta gente a carga de la logística porque no se habría podido hacer nada sin la colaboración de ellos. 

Teníamos a Adolfo Reyes quien fue un gran colaborador y me tocó hacer varias acciones con él.  El mantuvo a Bayardo Arce en su casa. Yo llegaba a visitar a Bayardo a la casa de él en Pueblo Nuevo. Un hermano que vivía en Quilalí, también. Cayó preso y lo tenían en la Modelo. Esta gente tuvo mucho que ver en el desarrollo de la guerra. En ellos descansaba, digamos, la importancia de la retaguardia de poder lograr proteger a la gente. Se manifestaba lo que es la solidaridad. 

Y cuando la gente caía preso allí se manejaba también eso. Por ejemplo cuando cae Juan Alberto Blandón, nosotros hicimos una caravana de solidaridad para visitar a Juan Alberto Blandón porque Juan Alberto fue aislado. Era parte de la valentía de la gente nuestra. Nosotros teníamos que ir a la Modelo. Pasamos llevando a la hermana, Marta Blandón,  llevábamos comida. Nosotros estábamos claros que estaba condenado por sandinista y más sin embargo siempre ayudamos a la familia, siempre ayudamos con la comida. 

Nosotros nunca nos desvinculamos de la gente que tenía problemas con la Guardia. La Violeta Jiménez era una joven de 17 a 22 años, por allí,pero nos llegaba a dejar comida cuando nuestra familia no pudo llegar porque no tenía las facilidades. También la familia Lau, a mi me llevaban comida. En mi caso yo logré salir porque el pueblo exigía la liberación de los presos políticos. 

Uno hacia las acciones con mucho cariño, mucho amor

Entonces, por ser gente que no dijimos donde eran las casas de seguridad o quemamos a nuestros compañeros, a nosotros nos tenían allí. Lo que hacía fue hacerte, digamos, 150 preguntas. Después de esas 150 preguntas, te las tiraron de regreso por atrás para ver en cual caía en contradicción. Donde andaba. Qué hiciste. Con quien estaba. Que comiste. Y si vos cayés en una contradicción, pasa por allá. Un año a la Modelo o dos años en la cárcel. Así directamente. 

Nuestra línea fue mantener la retaguardia, mantener el abastecimiento. Esa parte nosotros hicimos en el norte en la frontera con Honduras, en San Marcos de Colón. Se manejaba todo allí. E internamente por ejemplo íbamos algunos jóvenes a Pueblo Nuevo y allí había gente que nos ayudaban con botas, alimentación, comida, para llevar a donde se necesitaba en los campamentos. Y ese trabajo lo organizamos en Pueblo Nuevo, Palacagüina, Telpaneca, San Juan y con Estelí.

Para desarrollar las actividades las hacíamos con la Universidad de León. Teníamos contactos en la Universidad de León. Con esto tuvo que ver mucho Alvarito Hernandez Cisne que estuvo en mi casa. Fue un estudiante de la Universidad en León que había tenido que pasar a la clandestinidad. Fue complicado porque buscar casas de seguridad fue complejo. Uno se encontraba en la situación de plantearle a alguien la situación y le rechazaban. Y uno quedó incómodo porque uno no podía dormir bien - porque no se sabía si la gente le iban a denunciar. 

Para ir a dejar un mensaje con la madre de Alvarito tuve que viajar a León con mi mama. Compramos verduras en Managua y pasábamos dondé la madre de Alvaro en León. Y pasábamos vendiendo verduras pero con el fin de dejar información de Alvarito a su madre. Teníamos ese problema. Nos llegaron jóvenes a quien teníamos que atender políticamente, pero también personalmente.

Y aquella vez que fuimos a sacar a la gente de Ocotal hay que acordar que Ocotal fue una base militar de contrainsurgencia en aquel entonces. Salí a las cuatro de la mañana: Bayardo Arce me había dado la contraseña a dar al hombre que iba a encontrar. Pero no había nada. Entonces, el próximo día fuimos Bayardo y yo. 

Salimos a las cuatro y media de la mañana. Yo con una pistola y él con una pistola y una granada, por si acaso nos pararon. Y poco antes Bayardo había quebrado la cabeza de un guardia que le paró allí en el puente entrando a Ocotal. Pues logramos encontrar la persona y cumplimos la misión

Uno hacia las acciones con mucho cariño, mucho amor. Porque uno sentía que uno estaba haciendo algo por algún cambio de una dictadura. Porque la represión vino a golpearnos desde el setenta y siete cuando habían las elecciones – la de Agüero. Cuando esas elecciones se dieron, hubo una represión en que cayeron más de 200 personas y allí cayeron nosotros. La Guardia golpeó a todo el mundo. Ya eramos los jóvenes un objetivo de peligro.

Filemón Moncada

En los años sesenta, Filemón Moncada era zapatero y sindicalista. Se integró muy temprano al Frente Sandinista de Liberación Nacional, reclutado por Silvio Mayorga. Su hermano Elias Moncada murió durante una acción para ayudar a los guerrilleros en los encampamentos de entrenamiento. Filemón Mocada participó en las insurrecciones de septiembre 1978, de abril 1979 y en la liberación final de Estelí el 16 de julio 1979. Actualmente es Secretario Político de la oficina municipal del Frente Sandinista de Liberación Nacional en Estelí.


La situación en Estelí fue que nosotros obreros empezamos a organizarnos en sindicatos para hacer demandas de tipo laboral a la clase patronal, esto no con la intención de llegar hasta donde llegamos con la organización del Frente Sandinista. Pensamos que hasta allí íbamos a lograr algunas conquista laborales. Pero la patronal se cerró y las autoridades laborales que habían en Estelí eran de parte del gobierno y a la vez de la parte de la patronal. 

Aquí los obreros que presentaron demandas de mejoramiento de salarios, de reducción de horas de trabajo, de mejor trato de los trabajadores. Eran las demandas principales que nosotros planteamos a través del sindicalismo. Nos cansamos de estar poniendo las demandas porque de todos los casos que poníamos no ganamos ninguna. Todo se pronunciaba por las autoridades laborales a favor de la clase patronal. 

El Frente Sandinista pasó 20 años organizándose

Y así pasamos algunos años y se empezó de pensar en una organización de la lucha armada que estaba siendo impulsado por el Comandante Tomás Borge, el Comandante Carlos Fonseca Amador, Silvio Mayorga y otros dirigentes del Frente Sandinista que habían decidido botar a la dictadura de la familia Somoza por medio de las armas. Porque no le quedaba otra alternativa del pueblo nicaragüense que la lucha por las armas para que la dictadura pudiera caer en este país. Porque habían habido muchos levantamientos de grupos de jóvenes. 

Pero eran grupos que estaban condenados al fracaso porque antes no habían preparado las condiciones para luchar, por ejemplo, una gente que iba a dar a esta gente albergue para que ellos se protegieran, que les diera alimentos, que les proporcionara algún baqueano del territorio para que ellos pudieran moverse. Entonces eran denunciados por la misma gente de la zona a la Guardia Nacional. Y la Guardia Nacional iba en su persecución y los capturaba y los asesinaba. 

Con esas experiencias vividas, el Frente Sandinista pasó 20 años organizándose pero  en una lucha clandestina completamente donde estos grupos no se daban a conocer mucho. Y Somoza se acostumbraba decir que en Nicaragua no hubo grupo guerrillero y que su ejercito fue capaz de sofocar cualquier intento de formar un movimiento guerrillero. Después de la acción en El Chaparral en que fue herido Carlos Fonseca, el Frente iba haciendo una lucha en silencio hasta que había ya una gran nivel de organización y hubo el combate en Pancasán.

Allí murieron muchos guerrilleros importantes, Silvio Mayorga, Philemon Rivera. Pero otros compañeros asumen la dirección del movimiento y sigue la organización de la guerrilla. Vuelve a trabajar de manera silenciosa nuevamente. Crece, crece y crece. Y se dieron los ejemplos de Leonel Rugama, de Julio Buitrago, ellos combatiendo solitos contra la Guardia con sus tanquetas y helicópteros, contra todo un ejército hasta que se cayeron. Después, más cerca de la insurrección, el Comandante Daniel Ortega hace un ataque cerca de Ocotal. Allí hubo un fuerte combate en que mataron a mucha de la Guardia Nacional y recuperaron muchas armas. 

Ya trabajando en la lucha sindical, nosotros los obreros nos dimos cuenta cuando por ejemplo, vino Silvio Mayorga para hablar conmigo y me reclutó y me dijo "Ve, ,la lucha debe ser de derrotar a la dictadura. Con estas pequeñas migajas no vamos a hacer nada. Lo que tenemos que buscar es la derrota de la dictadura y la toma del poder político para que podamos resolver los problemas de toda la sociedad nicaragüense." Entonces, nosotros empezamos ya a organizarnos, de reunirnos aquí, de tres o cuatro. Ese fue más o menos en 1964. 

Entonces salimos en las noches con Leonel Rugama, con Adolfo y Salvador Terán e íbamos a hacer pintas, dos pintaban y dos vigilaban, propagandizando el movimiento guerrillero. Después hicimos un juramento de que quedamos soldados de la liberación nacional bajo el juramento de "Patria Libre o Morir" y en eso había fidelidad de todas las personas que se integraron aquí en Estelí. Y por ese motivo Estelí ganó la confianza y la seguridad del Frente Sandinista de tener una buena organización. Y nos encomendaron para hacer otras tareas, ya para la insurrección. Ya de organizar botiquines porque sabíamos que la insurrección iba a provocar muchos heridos. 

En esto el Dr. Dávila Bolaños, un médico de esta ciudad nacido en Masaya, ayudó formar a nosotros como revolucionarios porque él se identificaba como comunista. Pero el concepto de él no fue la lucha armada sino de organizar la clase obrera y campesina en todo el país para derrotar a Somoza con una gran huelga de brazos caídos. Y los compañeros del Frente Sandinista tenían la otra concepción, que mientras no se hizo la lucha armada no se iba a derrotar el gobierno de la dictadura.

Entonces, la insurrección aquí empieza el 9 de septiembre. En esta insurrección se logra combatir por 13 días. Se agotan las municiones y tenemos que salirnos de Estelí a organizarnos y a buscar más municiones porque estaban entrando de Honduras. Yo estuve más que todo en la logística. Estuve casi siempre con el compañero Francisco Rivera Quintero. Nosotros aquí habíamos recuperado municiones antes de la insurrección, algunos fusiles de cacería, pistolas y revólveres que eran las primeras armas que se utilizaron para combatir con la Guardia y el armamento pesado que tenían ellos, con sus tanquetas y helicópteros y sus aviones.

Un pueblo cuando está decidido a luchar no se detenga

Ellos lanzaron todo para sofocarnos. Pero un pueblo cuando está decidido a luchar no se detenga. Aquí la mayoría de los estudiantes participaron en esa lucha, también los obreros organizados y todos los jóvenes que vieron el arrojo de los otros compañeros también salieron cuando nosotros hicimos la retirada. Salieron jóvenes en cantidad. Y salieron no para irse por otro lado sino para sumarse a los entrenamientos y a la formación política e ideológica para volver en abril. 

Era difícil porque era una lucha clandestina. No todo el mundo lo sabía. Nosotros hacíamos nuestro trabajo con los compañeros al suave recuperando y penetrando por ejemplo con algunos profesionales para que ellos nos abastecieran con algunos materiales que nosotros íbamos a ocupar en la lucha insurreccional. En aquel tiempo yo era zapatero y uno de los primeros que la Guardia mató en Estelí fue mi hermano Elias Moncada. El murió en una acción de recuperación económica  porque había la necesidad de abastecer a los compañeros en la montaña que a veces no tenían ni sal.

Después del entierro hubo una vigilancia constante aquí. Había Guardia vigilando la casa y el solar. Por un mes. Después de un mes lo quitaron porque no hubo nada. En ese mes quedamos totalmente inactivos. Nadie venía. Yo no salía. No visitaba a nadie. Pero siempre estábamos integrados porque nos reuníamos en otra parte. Esa acción despertó un celo en la Guardia y vieron a guerrilleros en cada persona. 

Entonces había una represión terrible. Habían unos transportistas que colaboraron con nosotros. Ayudaron llevar personas a Somoto, a Ocotal a Jalapa. Por ejemplo, Don Braulio Fuentes, a él le quitaron sus buses y los retenían hasta quince días y no lo dejaban trabajar. Y así presionaron a la gente para que no colaboraran con nosotros, que no ayudaran a los guerrilleros. Así fuimos desenvolviendo y buscando la forma de, si ya no él, pues alguna gente que tenía camioneta. 

Los que estaban organizado en las montañas de Matagalpa eran dueños de cafetales y llevaban los compañeros como si fueran los trabajadores de ellos. Pero ellos sabían que eran compañeros que iban a entrenarse en la montaña. Y colaboraron de esa forma. 

Entonces cuando salimos en retirada de Estelí toda la gente alrededor de Estelí nos dieron albergue, ayudándonos a nosotros a escondernos y ayudarnos a salir a lugares donde íbamos a poder más seguros. Nos proporcionaron lotes de montaña donde pudimos hacer los entrenamientos para capacitar en arme y desarme a jóvenes. Luego cuando entraron nuevamente en abril, eran hombre preparados en el uso de las armas. 

Otros nos fuimos a Honduras. Allí estábamos en grupos y fue allí también que se incorporaron muchos compañeros del ejercito de Honduras que desertaron del ejercito allá y vinieron a combatir con nosotros. Todos eran muy buenos combatientes. Se portaron muy bien, porque la lucha fue frontal con la Guardia y ellos, que tenían experiencia, nos ayudaron a nosotros. 

Los capturaban y los asesinaban y los mutilaron y pusieron en los caminos

En abril no fue planificado tirar un solo tiro. Pero lo que pasa es que la Guardia capturaba a los campesinos que bajaban a Estelí para hacer sus compras, el azúcar, los fósforos, el gas para alumbrarse en su casa. Entonces la Guardia lo capturaba, lo asesinaba, le cortaba la legua, le sacaba los ojos, le cortaron sus partes y le iban a poner en la entrada a los caminos a las comunidades como una lección que eso es lo que iba a pasar a ellos si siguieran apoyando a los guerrilleros, porque aquí habían quedado campamentos en todos los alrededores de Estelí.

Entonces yo estuve allá con el Comandante Francisco Rivera en un campo de entrenamiento con los otros compañeros en unas casas que habíamos alquilado en Honduras en San Marcos de Colon. Entonces nos llegaron una nota de los campesinos que decían que aquí en Estelí no podían entrar a la ciudad porque entraban y la Guardia los capturaban y los asesinaban y los mutilaron y pusieron en los caminos y no podían enterrarlos porque la Guardia los atacaban si se acercaron. 

Entonces, el Coronel Rivera leyó la nota y dice que nos están pidiendo ir a parar esa situación de la Guardia. Y nos pidió quien quisiera ir que den un paso al frente. Entonces varios nos dieron un paso al frente. Nos organizamos un grupo y salíamos de allá a las seis de la tarde. Entramos a Somoto en un camión. Los camiones en la parte del camastro le ponen siempre una tablea de ancha. Entonces nos pusimos todos acostados y la tabla nos tapaba. 

Vinieron Freddy y Marta Ubeda adelante con fusiles FAL para disparar fuertemente a la Guardia si nos detectaron. Y nosotros también andábamos bien armados pero acostados cada quien traía su fusil a su orilla. Logramos pasar sin ningún problema el reten de la Guardia. El chófer dijo, "allí voy a hacer un mandado, ya regreso." "Bueno, ¡andáte!" Así pasamos tranquilo por Yalaguina. Entramos a Condega. Vinimos a Estelí y pasamos a San Roque. Ya en San Roque nos bajamos y agarramos para el cerro donde estaba el encampamento. 

Somoza : "el día que pierdo Estelí hago maletas para irme"

A los tres días la Guardia se dio cuenta que estábamos allí y tendieron un cerco alrededor del cerro y avanzaron peinando. Asesinaban terriblemente. Vinieron con aviones. El Comandante Rivera dijo que estaban bajando infantería que después vinieron a pie barriendo todo. Mandó a Juan Alberto Blandón adelante para poner emboscadas al enemigo que vino de Estelí. Después organizó a otro grupo que eramos nosotros con enfermeras, con médicos, que íbamos a organizar un hospitalito en la quebrada de Las Pintadas. Y el Comandante Rivera quedó atrás para venir con los niños, con los ancianos, con las mujeres embarazadas. 

Logramos entrar con toda la gente hasta aquí. Pero en Las Pintadas nadie quiso quedar. Todos quisieron venir a Estelí a combatir. A mi me habían mandado a hacer posta, a hacer vigilancia y de repente me baje a dar una vuelta y no hallé a nadie. Se habían organizado y se habían ido para Estelí. Entonces yo me vine y fui a la casa de comando y allí estaban todos los compañeros. Y la Guardia había subido y en la Montañita encontraron unas familias y los mataron todos. Una niña se fue a esconderse en un maíz en una de las casas y la Guardia puso fuego a las casas y la niña quedo calcinada. Solo quedaron las cenizas. 

Lo que inició la insurrección de abril fue el esfuerzo de parar a la Guardia que estaban asesinando a la gente. Fue el tiempo de las actividades de la iglesia que siempre se hacen en abril. Pero en 1978 no se hicieron porque estábamos combatiendo la Guardia Nacional. Y duró siete días. A los siete días nos terminaron las municiones y tuvimos que salir también a reorganizarnos y volvió a salir otra cantidad de jóvenes con nosotros, también a reorganizar, para estar con nosotros en la ultima etapa de la insurrección. 

Fuimos a Honduras para seguirlos preparando, entrenando. Y con esos entrenamientos estaban listos para venir a combatir en la última insurrección. Somoza se atrevió a decir que el día que perdía Estelí él hacía maletas para irse el día siguiente. 

Y así fue. 


 
La Divinidad nos bendice siempre.
La Divinidad es en nosotros/as
Somos la Divinidad
Somos Uno 
 
Byron Picado Molina
SOCIEDAD BIOSÓFICA NICARAGUA (SBN)
Helena Petrowna Blavastky
"La Espiritualidad más expandida es el AMOR en VERDAD iluminado 
con Valores aplicados"
Estelí,Nicaragua.
América Central
 
 
 
(Red Nicaragüense de luz)
 
 
( Red Estelí Cultural) 

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