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| José Juárez Espinoza |
INDIGENCIA VASTA
No hay tibieza en las nieves de la inopia
solo se oyen sollozos y lamentos;
mientras se anidan avideces y esperanzas
vidas que se extinguen cuando el frío mata.
Esta es una selva: La ¨Indigencia vasta¨
donde ni lobos el sustento cazan;
mientras se cruza hética pantera
carpante viperina la estrangula.
Veo que cumplo nueva primavera;
y es mi edad, un pimpollo que pudiera
con el rocío de una fresca aurora,
dar su fragancia al reventar florido.
Mas, no consigo con mundana queja
dar por feliz mi nueva primavera,
que avance el tiempo proceloso y fiero
hasta que Dios de fin a la tormenta;
o un cadáver a las hienas o los buitres.
José Juárez Espinoza . 1950.
No hay tibieza en las nieves de la inopia
solo se oyen sollozos y lamentos;
mientras se anidan avideces y esperanzas
vidas que se extinguen cuando el frío mata.
Esta es una selva: La ¨Indigencia vasta¨
donde ni lobos el sustento cazan;
mientras se cruza hética pantera
carpante viperina la estrangula.
Veo que cumplo nueva primavera;
y es mi edad, un pimpollo que pudiera
con el rocío de una fresca aurora,
dar su fragancia al reventar florido.
Mas, no consigo con mundana queja
dar por feliz mi nueva primavera,
que avance el tiempo proceloso y fiero
hasta que Dios de fin a la tormenta;
o un cadáver a las hienas o los buitres.
José Juárez Espinoza . 1950.
Estelí, Nicaragua
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