Del cacao al córdoba actual.
Desde la
época precolombina, conozca cómo ha evolucionado la moneda nacional en
Nicaragua.
Si el
tiempo realmente es dinero, según expresa una conocida máxima anglosajona, lo
cierto es que este último no ha dejado de variar a lo largo de los siglos como
demuestra la evolución de la moneda en Nicaragua.
Tal es así
que desde la llegada de los españoles a nuestro país el 9 de mayo de 1502,
hasta la independencia el 15 de septiembre de 1821, en nuestro país fueron
utilizados diversos medios de pago.
De hecho,
uno muy extendido -sobre todo en los primeros años- era la semilla del cacao,
que mantuvo la tradición de las comunidades indígenas de Centroamérica para
implementar el comercio; aunque luego aparecerían las monedas españolas y otras
acuñadas en diferentes países de América, como México, Perú, Argentina,
Bolivia, Colombia y Guatemala.
Posterior a
la independencia, la circulación monetaria en Nicaragua estuvo limitada a
monedas emitidas por la República Centroamericana y otras extranjeras
(estadounidenses, inglesas, colombianas, bolivianas y peruanas) para las cuales
se establecían equivalencias sobre la base del “peso” como unidad de cuenta o
referencia.
Estos dineros circulaban con obligatoriedad de ser aceptados en el comercio con equivalencias establecidas por ley.
Estos dineros circulaban con obligatoriedad de ser aceptados en el comercio con equivalencias establecidas por ley.
¿Cuándo
surgió entonces la primera divisa propiamente nicaragüense?
Aunque
existe un antecedente de monedas emitidas por el mercado de León en 1859, fue
partir del año 1878 que la República de Nicaragua emitió sus primeras monedas
nacionales sobre la base del sistema decimal, en denominación de “un centavo”,
como la unidad representativa del valor de la centésima parte de un peso.
Y justo al
año siguiente vieron la luz los primeros billetes nicaragüenses, denominados
“Billetes del Tesoro”, que también empleaban como unidad monetaria el Peso.
Aun así,
para finales del siglo XIX en el país circulaban las “contraseñas”, también
llamadas “fichas”, que eran monedas particulares acuñadas por algunos
hacendados para pagar a sus trabajadores, las cuales tenían poder adquisitivo
dentro de las haciendas. Mientras, a partir de 1888, hubo igualmente billetes
emitidos por bancos privados, como los del Banco de Nicaragua y el Banco
Agrícola Mercantil.
De ese
modo, no sería hasta 1912 que, con la creación del Banco Nacional de Nicaragua,
este obtendría los derechos exclusivos de emitir billetes y monedas, poniendo
en práctica el plan adoptado por la República para la introducción y
conservación de un sistema monetario.
No en
balde, a partir del hecho anterior, el gobierno de Nicaragua promulgó la Ley de
conversión monetaria de 1912. Ese decreto, aprobado por la Asamblea Nacional
Constituyente el 20 de marzo de ese año, adoptaba como unidad de medida el
Córdoba, llamado así en memoria del conquistador español Francisco Hernández de Córdoba, fundador de las ciudades de León y
Granada.
Y fue en marzo de 1913 cuando comenzaron a circular los primeros
billetes en denominaciones de 100, 50, 20, 10, 5 y 1 Córdobas y monedas de 50,
25, 10, 5 y 1 centavos. Hasta que al fundarse en el año 1960 el Banco Central
de Nicaragua (BCN), la función de ente emisor fue trasladada a esta entidad.
RENOVANDO
EL CÓRDOBA
Las décadas
siguientes coincidieron con un periodo caracterizado por la alta inflación, que
provocó la pérdida de valor de la moneda y llevó a que se realizara la
operación de canje y conversión monetaria del 14 de febrero de 1988, en la cual
el Córdoba fue sustituido por el Córdoba Nuevo, a un tipo de cambio de mil por
uno.
Igualmente,
el 26 de junio de 1990 aconteció otra renovación similar con el reemplazo del
Córdoba Nuevo por el Córdoba Oro. Y con el fin de anclar los precios, en 1992
se estableció una política cambiaria consistente en un deslizamiento pre
anunciado de la moneda nacional con relación al dólar estadounidense, que en la
actualidad es del 5% anual.
Para
garantizar la confianza y seguridad del público en el uso de los billetes,
además, el BCN actualizó de manera periódica el diseño de sus billetes,
emitiendo nuevos conos monetarios en los años 2003 y 2009.
En ese
sentido, la familia del papel moneda liberada en 2009 incluyó billetes impresos
en sustrato de polímero, nueva tecnología que ofrece al público billetes más
seguros y duraderos.
La más
reciente renovación de la moneda nacional, sin embargo, ocurrió en 2015 con la
aparición de una nueva familia de billetes para abastecer la demanda de la
economía, reponer los billetes que el Banco Central retira debido a su
deterioro y mejorar la seguridad del dinero circulante, tomando en cuenta las
mejores prácticas internacionales.
Es así que
el córdoba actual incorpora cambios como el diseño de billetes más vistosos y
atractivos, con la incorporción de nuevas imágenes de edificios, paisajes y
tradiciones emblemáticos que promueven la identidad, cultura y belleza de
Nicaragua.
La última
novedad al respecto fue la emisión limitada en marzo de 2017 del billete de
1,000 córdobas, con un diseño conmemorativo al centenario de la muerte del
insigne poeta Rubén Darío y también alusivo a la soberanía de Nicaragua, al
destacar en el anverso la imagen de la Hacienda San Jacinto y en el reverso al
río San Juan.
22 12 2018
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